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22,80 €La figura y obra literaria de Juan Valera, estudiada y analizada abundantemente, ha dejado en segundo plano su trayectoria polÃtica y diplomática, que fue en cierta medida el empeño fundamental de su vida. Coincidiendo con el bicentenario de su nacimiento, este libro muestra la personalidad más mundana del escritor egabrense, recorriendo su biografÃa personal y esa faceta en parte desatendida, con todos sus anhelos, logros y desilusiones. Como el propio autor expuso en Pepita Jiménez, "los hombres solemos ser juguete de las circunstancias", y don Juan lo fue, y mucho, también de las suyas. Hijo de la aristocracia empobrecida, con una amplia cultura y una innegable capacidad crÃtica, cultivó el hedonismo en todas sus facetas. Por tales necesidades existenciales, que las letras no podÃan satisfacer, fue empujado tempranamente a la diplomacia, que representó su medio inicial de vida y como él decÃa (un ¡tanto irónicamente) su profesión. Años después, por azares del contexto, colgó los hábitos diplomáticos y se dedicó a la polÃtica, por la que transitó durante décadas buscando lo que en la época llamaban «turrones» (cargos públicos o diplomáticos) con los que pretendÃa sufragar sus siempre desproporcionados gastos. Fue Valera un liberal conservador de verso suelto, templado, afÃn a una ideologÃa que fracasaba continuamente entre nosotros. Partiendo de la vasta y deslumbrante correspondencia del autor, sin olvidar sus muchos afectos y continuas relaciones sentimentales, Rafael Jiménez Asensio se adentra en el fascinante itinerario de quien fue, además de consagrado literato y ensayista, un polÃtico frustrado y un diplomático intermitente, lúcido intérprete de la España de su siglo.