Neuroderechos. Un viaje hacia la protección de lo que nos hace humanos

Rafael Yuste, el neurocient¡fico espa?ol más reconocido internacionalmente, nos expone la necesidad urgente de establecer neuroderechos que protejan la privacidad y la identidad mental, mientras nos gu¡a a través de los peligros y promesas de estas tecnolog¡as.Rafael Yuste, director del Centro de Neurotecnolog¡a de la  Universidad de Columbia y presidente de la NeuroRights Foundation, nos invita en este libro a un viaje profundo por los desaf¡os y oportunidades que presenta la neurotecnolog¡a, una disciplina que promete revolucionar la ciencia, la medicina y la sociedad.Âá
 En este libro apasionante y más urgente que nunca, Yuste nos explica cómo ha sido un testigo de excepción del desarrollo de las neurociencias durante los últimos treinta a?os y cómo los avances tecnológicos han puesto sobre la mesa la necesidad de establecer marcos normativos que protejan la privacidad y la identidad mental de las personas.Âá
 Yuste nos explica cómo impulsó con el grupo Morningside la redacción de los cinco neuroderechos fundamentales âÇöla privacidad mental, la identidad personal, el libre albedr¡o, el acceso equitativo y la protección contra sesgosâÇö y lideró, como pionero en este campo, la iniciativa para incluirlos en las constituciones de varios pa¡ses comenzando con Chile y extendiéndose a estados como Rio Grande do Sul en Brasil o Colorado, California y Montana en USA hasta llegar a la UNESCO.Âá
 El autor también nos gu¡a a través de los riesgos que la neurotecnolog¡a podr¡a presentar si no se regula adecuadamente, como la manipulación mental sin consentimiento o la explotación comercial de datos cerebrales. Yuste enfatiza que, aunque estas tecnolog¡as nacieron de la medicina, su uso no regulado podr¡a generar profundas divisiones sociales y antropológicas, con el riesgo de crear una sociedad dividida entre «humanos aumentados» y aquellos sin acceso a  estas tecnolog¡as.Âá
 Finalmente, Yuste nos ofrece una visión esperanzadora del futuro, en la que la neurotecnolog¡a se utilice de manera ética y equitativa, promoviendo un nuevo humanismo basado en el cerebro que garantice el bienestar de la humanidad.