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43,70 €Tal vez el primer sorprendido por el éxito del primer «Quijote» fuera el propio Cervantes. Escrito bajo el sÃndrome, no de la abstinencia, pero sà del fracaso, la fama del libro brindó su sombra protectora al resto de su pluma. A veces olvidamos que la mayor parte de la obra cervantina (todo este volumen y la mitad del anterior) fue publicada, si no escrita, en los tres últimos años de su vida. A la sombra alargada de aquel primer «Quijote», intentó volver a su «antigua ociosidad», es decir, al teatro. «Y, pensando que aún duraban los siglos donde corrÃan mis alabanzas ùañade, no sin cierta melancolÃaù, volvà a componer algunas comedias, pero no hallé pájaros en los nidos de antaño; quiero decir que no hallé autor que me las pidieseà En esta sazón me dijo un librero que él me las comprara si un autor de tÃtulo no le hubiera dicho que de mi prosa se podÃa esperar mucho, pero que del verso nada; y, si va a decir la verdad, cierto que me dio pesadumbre el oÃrlo». Aquà no bromea Cervantes. Sus sueños literarios se habÃan nutrido de la «Poética» de Aristóteles. Pero Aristóteles no conocÃa el género novela. El discreto amigo del socarrón Cervantes prologuista, que tan reacio se mostraba a prologar un libro de(s)generado, le repetÃa que de los tales libros «nunca se acordó Aristóteles, ni dijo nada San Basilio, ni alcanzó Cicerón». El éxito del libro, que habÃa sido alcanzado al margen de Aristóteles, lo animó a volver a él. Pero ya todos los pájaros teatrales se habÃan ido al nido de Lope, y asà se conformó con imprimir las obras. «Aburrime y vendÃselas al tal librero, que las ha puesto en la estampa como aquà te las ofrece. El me las pagó razonablemente; yo cogà mi dinero con suavidad, sin tener cuenta con dimes ni diretes de recitantes». Por fortuna, nunca perdió el humor ni la paciencia.Introducción; Los trabajos de Persiles y Sigismunda; Ocho comedias y ocho entremeses nunca representados; Obra dramática no impresa; PoesÃa.